La tarde del 20 de mayo, en la que se conmemoró el Día Universal de Marejadas resultó un acontecimiento feliz, a juzgar por las expresiones de los asistentes. El local-velero bergantín donde el acto tuvo lugar este año fue el Hotel Senator de Madrid (Gran Vía, 21).Tras leer los lemas marejadianos y la introducción, se revisó la historia de la revista, desde sus orígenes como The Gaceta Times, en agosto de 1993, pasando por The Gaceta Magazine, (octubre de 1994), hasta la actual Marejadas, cuya finalidad seguía siendo la misma antes que ahora: pasar un buen rato leyendo las líneas que componen la revista. Nada más… y nada menos. Se comentó también que el 27 de abril de 2006 se declaró como “Día Universal de Marejadas”.
A continuación se hizo alusión al blog que tenemos en internet, donde, gracias a los estadistas de Google, sabemos que se lee en diversos puntos de nuestra geografía y parte del extranjero: Francia, Gran Bretaña, Holanda, Italia, Estados Unidos, Chile, Argentina, Ecuador, Colombia, México, Canadá, Venezuela o Perú. ¡Incluso lo han visto en Japón!
Seguidamente se citaron los Premios entregados en los últimos años a personas que trabajan por la Cultura, que tan buenos momentos nos hacen evocar: Rosario Mavillard, Valentín Nieves, Helio Pedregal, Daniel Sánchez, José Jiménez Lozano, Julia Sáez-Angulo y José Antonio Ramos.
Como la tarde se iba a centrar en un homenaje a los lectores de la revista, la capitán(a) Mar hizo hincapié en lo maravilloso que es que gracias a Marejadas personas que nada tienen que ver, que no se conocen, coincidan en el espacio común que son nuestras páginas gracias a compartir su interés por la literatura y la cultura. A continuación, con la ayuda del timonel Daniel Sánchez, se leyeron unos cuantos comentarios sustanciosos hechos por los lectores a lo largo del tiempo. La mayoría de ellos fueron positivos, aunque también hubo alguno negativo… o sospechosillo, para contrarrestar.
El acto prosiguió con una explicación del espíritu marejadiano, para lo que se tomó prestado el pasaje de “No gracias” de Cyrano de Bergerac, declamado entre el timonel y la capitana(a), tras el cual el público respondió con una clamorosa ovación, tanto por las palabras.
La capitán(a) cerró el acto recordando que las marejadas de la vida siempre están amenazantes, al acecho y en manos del Destino, por lo que hay que procurar aprovechar el momento presente. Carpe diem.El acontecimiento terminó en el Patio de la Fuente, donde todos degustaron un suculento cóctel y se hicieron fotos sonrientes para la posteridad.